
La Asociación de Antiguos Alumnos tiene su sede en el Colegio San Pedro y San Pablo, 3ª Planta (Torreón). Es uno de los colegios que flanquean el de San Ildefonso y completan la dotación colegial de la manzana cisneriana. Además de nuestra Asociación, es sede de los Servicios Centrales de la Universidad de Alcalá.
Este convento de religiosas franciscanas de la rama de las Concepcionistas fue fundado en 1574 gracias al entonces canónigo de la iglesia Magistral D. Gutierre de Cetina, que cedió unas casas que poseía, entre ellas su vivienda habitual, en la c/ de la Justa (actual c/ Sta. Ursula), así como una considerable renta para su sustento. También construyó anexa al lado oeste de las mencionadas casas, la iglesia, similar en su distribución a otras que ya existían en la ciudad, todas ellas inspiradas en la Capilla de S. Ildefonso. Al igual que la construida por el Cardenal Cisneros, en esta un arco toral divide el rectángulo de la planta en dos, de un lado la nave en sí y del otro la capilla mayor, ambas estancias con alfarjes mudéjares, siendo el de la capilla mayor el único ornamentado. La iglesia fue remozada al gusto de la época a mediados del siglo XVII, debido al patronazgo del convento de don Antonio Ellauri y Mendinilla, en esta reforma se añadió una bóveda rebajada sobre el coro, entablamento a la capilla mayor y una capilla sacramental anexa a esta, pilastras al arco toral y una espadaña. El convento, que quiso D. Gutierre estuviese dedicado a Sta. Ursula, se organizó en las casas principales, la que habitaba este hasta que falleció en 1578 y la adyacente, y que estaban bien construidas y alineadas, formando junto a otras edificaciones secundarias, el huerto y los corrales un conjunto de importantes dimensiones que lindaba con la calle de la Justa al norte, con la de los Caballeros (actual calle de la Trinidad) al este y sur y con casas de vecinos al oeste. Merece la pena mencionar la sencilla pero interesante decoración plateresca de uno de los patios alrededor de los cuales estaban organizadas las mencionadas casas. Al igual que sucedió con otros conventos de religiosas, con la desamortización de 1836, perdieron todos sus bienes pero se les permitió seguir viviendo en el convento, al contrario que a los varones, pudiendo así continuar hasta nuestros días. La universidad utiliza en estos momentos gran parte de la crujía norte del convento que es la que tiene fachada a la calle Sta. Ursula.
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